Frozen

Congelada de la emoción se queda la persona que recibe nuestro ramo Frozen, pero lo mejor es que aunque su nombre sea muy invernal consigue aportar ese toque acogedor que todo espacio necesita.

Este ramo sorprende porque es un contraste máximo. Por un lado su color blanco contrasta con un verde pistacho precioso, un equilibrio perfecto entre calma y energía. Y por otra parte sus texturas sedosas contrastan con las ásperas, una antítesis de lo más original. Pero no acaba ahí, porque además tiene un contraste de formas otorgado por sus flores redondas y materiales más puntiagudos.

Algunas de sus flores son la rosa ramificada, los claveles, los frutos de hypericum o los crisantemos blancos.

Sus colores hacen que cualquier día se vuelva más alegre, que apreciemos lo maravilloso de la naturaleza, y que nos sintamos más especiales que nunca. Regálaselo a tu persona favorita, o date un capricho y pídelo para decorar tu dormitorio y despertarte con las vistas más bonitas, ¡Te encantará tenerlo cerquita!

Y durará varios días, conserva tus flores en agua fresca y añadiendo los nutrientes que recibirás con tu ramo. Cada dos días, corta los tallos en diagonal aproximadamente un centímetro, para que sigan absorbiendo los nutrientes.